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Cada aroma te lleva a un momento, a un lugar, a una historia. Cada aroma te lleva a ti.

¡Hola! Somos Miriam y Jorge, una pareja que un día decidió emprender en el mundo de las velas, con tres premisas claras.

  1. Las velas serían artesanales, hechas a mano por nosotros mismos.
  2. Las velas debían ser ecológicas, de cera vegetal, cruelty free y veganas.
  3. El packaging, además, sería sostenible y libre de plásticos dañinos.

¿No parece tan complicado, verdad? ¡A nosotros tampoco nos lo parecía! ¿Cuánto se puede tardar en aprender a hacer una vela? «En tres meses lo tenemos todo listo», dijimos, y no pudimos estar más equivocados.

Como cualquier otro oficio, hacer velas requiere de paciencia, práctica, tolerancia a la frustración e ir dando palos de ciego hasta descubrir algunos de esos secretos que nadie te cuenta.

Desde que decidiéramos emprender este camino en 2022, nuestra vida ha sido toda una aventura. Un camino sembrado de pruebas y, sobre todo, de errores. Montones de errores que supimos cometer y corregir a base de insistir una y otra vez, hasta que las cosas salieran medianamente como nosotros las soñábamos. Vamos, lo que se dice pura y dura cabezonería.

Velecia es esa luz al final del túnel que, por momentos, parecía inalcanzable. Porque cuando soñamos, todo parece mucho más sencillo de lograr de lo que luego resulta en la realidad. ¿A quién no le ha pasado alguna vez? ¿A quién no le ha pasado muchas veces?

Pero ha merecido la pena. Hemos crecido como personas, hemos logrado sacar Velecia adelante y no podemos estar más ilusionados ni más agradecidos de tenerte aquí.

Porque todo lo que hicimos, lo hicimos imaginando este momento, esperamos que nos acompañes para seguir creciendo y que nos permitas acompañarte para avivar, a partir de hoy y ojalá que para siempre, la llama de tu esencia.

La chispa que encendió todo

Enciende tu vela de palomitas y siéntate cómodamente, que vamos a contarte una historia. Una de amor a segunda vista.

Todo empezó en 2010. O quizá mucho antes.

Miriam y Jorge se conocieron a 10.459 km de distancia en línea recta. Ella de Barcelona, él de Buenos Aires, pasarían varios años hasta encontrarse cara a cara.

Desde pequeña, sin que nadie entendiera por qué, Miriam soñaba con viajar a Argentina. Ni siquiera ella lo entendía muy bien, pero la vida conspiraba todo el tiempo para que cruzara el Atlántico.

Lo consiguió a los veinte, después de 10 años ahorrando para sacar el billete de avión. ¡Diez años para pasar un solo mes en Buenos Aires!

La primera vez que se vieron, Jorge le hizo más preguntas a Miriam de las que nunca nadie le había hecho. La segunda, se dieron el abrazo más entrañable que se hayan dado dos personas sobre la faz de la Tierra. Como si se extrañaran sin apenas conocerse. Como si no se hubieran visto en muchas vidas.

Por esas cosas del destino, en ese viaje no se volvieron a ver. Y no sería hasta el 2015 que se reencontrarían y se enamorarían.

Después de un año y medio de estar juntos a la distancia, conversaciones infinitas, mucho llanto y varios vuelos, al fin pudieron estar juntos.

Desde entonces, nunca se separaron.

Vivieron cerca de dos años en Argentina, se casaron, lo vendieron todo para irse a Barcelona y allí se mudaron cuatro veces más hasta asentarse en el pueblo de Alicante donde ahora viven y trabajan juntos en Velecia, su marca registrada de velas artesanales 100% ecológicas.